martes, 9 de marzo de 2010

Cosas de Cenicientas

Vuelvo, y cada vez que vuelvo soy menos princesa…resulta que si no tenía suficiente con el trabajo fuera del reino, el trabajo en el reino, mi lucha interior entre ser princesa-reina-cenicienta me ha caído un marrón al que no he podido decir que no, se que no me pega nada pero desde niña he participado en mogollón de actividades en la iglesia, como mi príncipe no es mucho de esto y yo estaba un poco cansada decidí dejarlo un poco de lado primero con la excusa de la boda, luego con la excusa del trabajo y como me seguía relacionando con mi amigos eclesiásticos pues un día se me acabaron las excusas y al pedirme dos favores no pude negarme a ninguno de ellos más que nada por temor a ir al infierno jajajaja, el primer favor fue hacerme cargo de un grupo de futuros confirmantes que va de mano en mano va y ninguno se lo queda…y después del viernes supe de primera mano por que, realmente ya les conocía fui su catequista para hacer la comunión y un par de años después y aunque ya no sea princesa en ocasiones tengo inocencia y pensé que aunque se hubieran desmadrado un poco con confianza y buen rollo pues se llega a todos los lados, quizás mi comienzo no fue bueno pero yo siempre quise tener una catequista enrollada y pensé que esta sería mi oportunidad quizás no caí en que la gente de 14 años no es igual ahora que antes y sinceramente una princesita como yo no sabía dónde meterme…cuando llegue a la catequesis allí estaban todos…me los había imaginado de otra manera pero incluso me daban buen rollo, me presente porque había algunos que no conocía, solté dos gracias y conté un poco lo que quería y lo que esperaba, les ofrecí llevarnos bien y remarque lo importante que era tener confianza entre nosotros, una vez terminado el rollito comenzaron ellos…note que una niña y un niño prácticamente no se miraban, había murmullos, no se las típicas gracias de cuando estás definitivamente colgado entre la edad del pavo, un mini de calimocho y un cigarro mal fumao…en fin que como soy una princesa que no puedo dejar de meterme donde no me llaman al final de la catequesis y con el estilo que me caracteriza les invite ha quedarse para solventar el mal rollito que había entre ellos…cual es mi sorpresa cuando me cuentan el problema del enfrentamiento…


Poligonera 1 me contó que llevaba mucho tiempo saliendo con Poligonero 2

Cenicienta: ¿Cuánto es mucho tiempo?

Poligonera 1: 2 semanas

Cenicienta: ahhh 2 semanas ¿y te hicisteis ilusiones?

Poligonera 1: no, se la chupe y eso no lo hago con cualquiera

Cenicienta: silencio (solo podía preguntarme interiormente una y otra vez: ¿para que preguntas?)

Poligonera 1: y cuando acabé me tiro un billete de 20€

Poligonero 2 se moría de la risa

Cenicienta: ¿perdona?

Poligonero 2: joder son 20€

Cenicienta: 20 ostias te daba yo

Poligonero 2: joder que chunga

Cenicienta: bueno, creo que no estoy preparada para eso Poligonero 2 debes aprender a tener más respeto por las mujeres y por el mundo en general, todavía no sé que voy hacer pero algo se me ocurrirá y Poligonera 1 tu y yo tendremos otro día una charla un poco mas intima

Y así fue mi cierre del día…me fui a mi casa flipada, alucinada no porque mantengan contactos sexuales que para mí son prematuros pero que voy a decir que generalmente me he considerado una liberal, sino del poco respecto que se tienen los unos a los otros, el poco compañerismo y el poco sentido de la amistad que tienen y realmente no me extraña que se sientan solos y que hagan estas cosas que hacen…me quedan dos días para volver y realmente sigo sin estar preparada para llevar mi primer conflicto, pero como una buena princesa-cenicienta que soy sobreviviré.



El segundo favor que me pidieron es que el príncipe y yo participáramos en la charlas de los cursos prematrimoniales…pero esto lo dejo para mañana